Esta clase la dieron un grupo de compañeros: Esther,
Chema, Charo, Sara y Alba. Fue una clase magistral que fueron explicando con
ayuda de un Power point. Y después nos pusieron un ejemplo en el que teníamos
que participar todos.
Explicaron QUÉ Y CÓMO EVALUAR EN EL TRABAJO ARTÍSTICO.
Hay diferentes tipos de evaluación:
-
Inicial: evalúa el nivel inicial que tienen los
alumnos.
-
Formativa: evaluación continua.
-
Sumativa: acto de calificación al final de un
período. Apto o no apto.
La enseñanza artística plantea problemas en el momento de la
evaluación, porque no siempre es fácil establecer criterios objetivos.
Distingue entre:
-
La obra maestra: proyecto evaluado por un comité
de expertos.
-
Sistema productivo: plantear objetivos, valorar
resultados, analizar el proceso buscando fallos o aciertos para mejorar la
producción.
Evaluación según los diferentes sectores:
Para el profesor
los conceptos de evaluación y calificación suelen mezclarse. Algunos ven esto
como algo que entorpece el sistema educativo.
Los alumnos
suelen ver la evaluación como algo negativo. Estudian para aprobar los exámenes
no para aprender.
Para la sociedad, los resultados de la evaluación reflejados
en un sistema de calificaciones, se convierten en la expresión del éxito o del
fracaso de los alumnos en el aprendizaje.
¿Qué significa evaluación desde el punto de vista
educativo?
Para unos supone comparar objetivos y resultados. Otros lo
consideran como un estudio combinado del trabajo en sí y de los valores.
ÁREAS DE EVALUACIÓN
Daniel Stuffelbea establece cuatro aspectos: el contexto, la
aportación, el proceso y el producto.
1.
Área de contexto: se refiere a las
características del alumno, del centro, de los profesores… las personas que van
a intervenir en el desarrollo de ese currículo. ¿tiene el alumno aptitudes para
la materia? ¿es competente el profesor?
2.
Área de la aportación: considerar las posibles
actividades de aprendizaje que vamos a introducir en un contexto concreto.
Analizar si el modo en que se van a realizar las actividades cumple con los
objetivos y se adapta al contexto. Aquí se encuentran los contenidos que
necesitamos introducir para conseguir el objetivo propuesto.
Este análisis nos permite evaluar
diferentes modos de llevar a cabo los objetivos mediante actividades planteadas
de diversa forma.
3.
Área del proceso: todo lo que ocurre mientras se
está llevando a cabo la enseñanza. Evalúa los efectos que produce el currículo
mientras se está empleando. Podríamos evaluar lo que el alumno está
consiguiendo en su trabajo o lo que ha logrado en un espacio de tiempo corto.
Constatamos la eficacia del programa mientras todavía se puede mejorar.
4.
Área del producto: se trata de evaluar el
producto final, el resultado de la U.D mediante el análisis de la conducta del
alumno. Medir hasta qué punto hemos conseguido lo programado.
EVALUACIÓN, CALIFICACIÓN Y EXAMEN NO SON LO MISMO.
La evaluación sirve para determinar un juicio final de un
proceso, cuya superación o no condiciona generalmente el acceso a otro nivel.
Si hemos aceptado la evaluación continua, el examen, si se
hace, se convierte en un instrumento más para obtener datos sobre lo que sabe
el alumno. Hay muchas formas de recabar datos sin hacer examen.
El problema lo plantean las autoridades educativas, que
aceptan esto pero también establecen como imprescindible la “calificación
final”.
En educación obligatoria lo que se intenta es que el alumno
llegue a conseguir su cota máxima. En cambio en estudios superiores se entra en
un sistema de competencia, porque se trata ya de enseñanzas determinadas, para
formar profesionales.
La evaluación trata de poner una nota numérica o un rótulo
al resultado final conseguido por el alumno. Podríamos perfectamente hacer un
informe que reflejase lo que el alumno ha conseguido y por qué, en lugar de
poner una nota que dice muy poco.
La calificación, como los exámenes tradicionales, no
pertenecen a la evaluación formativa sino a la sumativa.
La evaluación formativa trata de investigar el por qué de
esas notas, la causa. La evaluación no necesita “calificar” sino “explicar”.
La evaluación va unida a la investigación:
La evaluación es un instrumento imprescindible para evaluar
los éxitos o fracasos de la educación por eso va siempre unida a la
investigación. Son los datos que recogemos de los alumnos, con los que se va ha
hacer fiable los resultados de la investigación.
LÍNEAS DE ACTUACIÓN EN LA EVALUACIÓN
-
El alumno con respecto a sí mismo: ¿ha
mejorado? ¿puede hacer más? Comparar sus trabajos desde el principio al final
para ver su progreso.
-
El alumno
con respecto a la clase: es la más usada. También puede ser
negativa. Colocar los trabajos en varios grupos; sb, not, ap, ss… puede ser que
preocupados por incluir todos en un grupo, forcemos la situación.
-
El alumno con respecto a criterios de
evaluación: se ajusta al planteamiento curricular, a la evaluación de los
objetivos prefijados.
¿Cómo evaluar los
trabajos resultantes de los objetivos expresivos?
Con los objetivos didácticos marcamos claramente lo que
queremos que el alumno aprenda. En cambio los objetivos expresivos plantean
conductas muy importantes porque contribuyen a conseguir resultados muy
valiosos para la educación artística pero que son muy difíciles de objetivar. Hay
que comprobar si el alumno ha aprendido lo que se pretendía y qué ha aprendido
realizando esa actividad.
QUÉ EVALUAR
En los currículos de enseñanzas artísticas los ejes de
actuación suelen estar en torno a “saber ver” y “saber hacer”. El profesor debe
evaluar dos ámbitos:
En el ámbito
productivo el alumno trata de crear formas visuales que tengan valor desde
el punto de vista artístico. Podemos evaluar los aspectos formales de la obra;
el uso de los materiales, el empleo de las técnicas…
Los aspectos técnicos condicionan la expresión.
No es fácil identificar los aspectos creativos de una obra.
En el ámbito crítico nos
encontramos con los aspectos estéticos y expresivos de la obra.
opininión:
Me parece muy importante que las críticas y análisis de la
obra en realización tienen que animar al alumno para continuar mejorándola; no
deprimirlo hasta el punto que piense que no sirve para eso.
Este grupo hizo una buena presentación del tema. Aunque en
mi opinión fueron demasiado deprisa en la explicación y sobre todo al pasar el
Power point, porque no daba tiempo a leer todo lo que habían puesto (porque era
un poco denso).
Al finalizar la explicación, nos mostraron dos imágenes; un
cuadro de Antonio López y un cuadro de Francis Bacon. Debíamos elegir uno de
los dos, el que más nos gustase y después situarnos en dos grupos; uno el que
le gustaba un cuadro y al otro lado el que prefería el otro. Después debíamos
hacer una evaluación, a aquel no nos gustaba tanto, para ser objetivos con algo
que no forma parte de nuestros gustos, pero aún así tiene aspectos positivos
que hay que valorar; como si fuésemos profesores
y ese cuadro fuese la obra terminada de un alumno. Yo elegí el cuadro de
Antonio López que me gusta más; y por eso tuve que hacer una pequeña
evaluación; decir alguna frase positiva sobre el cuadro de Bacon.
Este ejercicio me pareció simple y muy bueno para reflejar
lo que habían explicado de forma práctica y ponernos en el lugar del profesor a
la hora de valuar diversos trabajos; unos que le gustan y otros que no, pero no
puede guiarse por sus gustos; debe ser objetivo.
